Parece que fue ayer cuando con toda la ilusión del mundo, entre en casa sin avisar he hice que mi familia y yo lleváramos una alegría. Lo bueno siempre pasa rápido. Fueron 10 días completos, no puedo pedir más. Fiesta, amigos, familia, cebadas en abundancia, Sporting, bike y running.
Me estoy imaginando si en vez de ir a Alemania tuviera que volver a Londres, a trabajar haciendo sandwiches, entonces si que hubiera sido dura la despedida.
Cuando fui a Londres, la despedida fue difícil, normal nunca había estado tanto tiempo fuera de casa, pero me fui muy contento porque me iba a un país nuevo, una nueva aventura.
Ahora estoy escribiendo esta entrada desde el avión, camino de Alemania y de nuevo voy muy contento. Contento porque es un nuevo país, otra aventura más pero también por la curiosidad de como será mi nuevo trabajo, como será la empresa, mis compañeros, la vida en Alemania, si habrá caminos donde andar en bici y bosques donde correr.
La azafata me esta diciendo que vaya apagando el chiringuito.
Estos días seguro que haré más entradas, creo que habrá muchas novedades.
Javier Ordieres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario